PUENTES TÉRMICOS
PUENTES TÉRMICOS
La norma EN ISO 10211 define puente térmico como aquella parte del cerramiento de un edificio (muro de fachada) donde la resistencia térmica (capacidad aislante) normalmente uniforme cambia significativamente debido a:
Penetraciones completas o parciales en el cerramiento de un edificio, de materiales con diferente conductividad térmica.
- Un cambio en el espesor de la fábrica (muro).
- Una diferencia entre las áreas internas o externas, tales como juntas entre paredes, suelos o techos.
Estos cambios de nivel de aislamiento térmico tienen un efecto negativo en la eficiencia energética del edificio, aumentando el consumo energético, aproximadamente se pierde entre un 5 y un 15% del calor de una vivienda. Además, estas autopistas del calor generan condensaciones y humedades que derivan en hongos y moho en los periodos invernales.
Cuando se habla de puentes térmicos en la envolvente del edificio se hace referencia básicamente a los siguientes elementos:
Puentes térmicos en pilares
- Puentes térmicos en frentes de forjado
- Puentes térmicos en recerco de huecos (ventanas)
Los puentes térmicos más importantes se encuentran alrededor de las ventanas, en el recerco de los huecos.
En estos encuentros, donde termina un elemento y comienza otro las soluciones deben ser las adecuadas. Para ello se debe prestar especial atención durante la ejecución. Del mismo modo, prever correctamente estos encuentros en fase de proyecto es esencial. Ante todo y como norma general, siempre se tratará de dar continuidad al aislamiento.
A causa de un mal diseño del puente térmico, nuestras ventanas pueden no funcionar correctamente a pesar de ser de máxima calidad.
Las jambas son los elementos de unión entre las ventanas y los muros. En estos puntos es importante que el aislante continúe hasta el marco, si no, deberán ser de materiales que eviten el puente térmico. Estos elementos son propensos a la formación de condensaciones superficiales que dan lugar a manchas de humedad y moho.
Los dinteles son los elementos que cargan con el muro por encima del hueco. Son difíciles de solucionar. Para ello habrá que prestar especial atención a los premarcos, evitando los metálicos.
Los Alféizares, conocidos comúnmente como “poyete de la ventana”. Son los encargados de desalojar el agua de lluvia y dar apoyo a las ventanas. Estos elementos, al igual que las jambas son propensos a la formación de condensaciones superficiales.
Los capialzados o cajas de persiana, son elementos especialmente complejos, ya que el aire se introduce en ellos y aumenta el efecto de puente térmico. Otro inconveniente es que al introducir aislante en su interior aumenta mucho su volumen.
Los puentes térmicos en pilares, y frente de forjados (techos y suelos), producen un aumento de la transmitancia térmica local, favoreciendo la perdida de calor en ese punto, y por lo tanto disminuyendo la temperatura superficial del revestimiento interior.
Es decir, provocan puntos fríos en invierno sobre los que se pueden originar condensaciones, si la temperatura desciende por debajo de la temperatura de rocío.
Comentar que en verano los puentes térmicos, no tienen un efecto tan indeseable como son las condensaciones o formaciones de moho que se pueden dar en invierno, pero sí que es un punto por donde el calor del exterior penetra hacia el interior, dando como resultado el efecto de pared caliente.
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