LA ENVOLVENTE TÉRMICA
LA ENVOLVENTE TÉRMICA
La envolvente térmica de un edificio está formada por una serie de elementos constructivos que contienen el espacio interior habitable, y los separa del ambiente exterior. Se entiende por ambiente exterior tanto el aire exterior, como el terreno u otros edificios adosados.
Está formada básicamente por:
Los cerramientos opacos: muros, suelos y cubiertas
- Los huecos: vidrios y marcos
- Los puentes térmicos: principalmente pilares y frentes de forjado
La envolvente térmica es clave a la hora de conseguir una vivienda bien aislada y de disfrutar de confort a nivel térmico en el interior. Por eso, es importante que se diseñe y se ejecute de manera adecuada, evaluando la climatología de la zona y la orientación que tendrá el edificio.
El Código técnico de la edificación CTE, determina los parámetros a analizar para obtener una DEMANDA ENERGÉTICA adecuada y determina que características mínimas debe tener la envolvente térmica para ser EFICAZ desde el punto de vista Energético.
La DEMANDA ENERGÉTICA, se define como la energía útil necesaria que deben aportar los equipos de calefacción y refrigeración, para mantener unas condiciones adecuadas de confort térmico en el interior del edificio.
El ahorro o eficiencia energética consiste en utilizar la energía de mejor manera. Se consigue obteniendo una estructura lo mayormente estanca térmicamente y una envolvente térmica EFICAZ.
El comportamiento energético de la Envolvente
se determina por:
Sus características geométricas.
Su composición: capas de diferentes materiales que componen el elemento desde el punto de vista constructivo.
Las propiedades de los propios materiales que la componen: espesor, densidad, conductividad y calor específico.
Los objetos que proyectan sombra sobre cada uno de los cerramientos opacos que componen la envolvente, y que reducen la cantidad de radiación solar que incide sobre los mismos.
En los huecos hay que considerar: la permeabilidad, el factor solar del vidrio y la absorción térmica del marco en función de su color.
También, la zona climática donde se ubique el edificio, determina su comportamiento energético, debido a que se produce una interacción a través de la envolvente térmica con el exterior, intercambiando calor con el entorno. Un edificio en la costa del mediterráneo, no se comporta, desde el punto de vista térmico, de la misma manera que ese mismo edificio en la Sierra Norte de Madrid, por lo que sus envolventes térmicas también serán diferentes.
LA EFICIENCIA ENERGÉTICA
El ahorro o eficiencia energética consiste en utilizar la energía de mejor manera. Esto se puede lograr a través del cambio de hábitos, del uso tecnologías más eficientes, o una combinación de ambos.
La única razón por la que tenemos que usar sistemas de calefacción y climatización casi a diario en nuestros hogares, es porque nuestras casas hacen un intercambio de energía con el exterior en forma de calor produciendo una variación constante de temperatura.
Para poder disfrutar de una Envolvente Térmica Eficiente, es necesario:
- Tener los cerramientos opacos bien AISLADOS
- Los huecos con una HERMITIDAD controlada.
La combinación de un buen aislamiento con una buena hermeticidad al aire son claves para conseguir una vivienda económica, sostenible y eficiente.
La energía de una vivienda se pierde por:
Por las fachadas un 35%
Por la cubierta un 25%
Por los sistemas de ventilación un 15%
Por los huecos de las ventanas un 10%
Por el suelo un 10%
Por los puentes térmicos un 5%
La energía en forma de calor siempre se transfiere si hay una diferencia térmica y va de las zonas calientes a las frías, buscando un equilibrio energético. Se transfiere por:
Conducción: es la forma de transmisión de calor entre cuerpos sólidos en contacto. Los materiales Aislantes se resisten al paso de energía en su interior, con lo que dificulta la velocidad de calentamiento o enfriamiento de los materiales en contacto.
Convección: es la forma con la que transfieren la energía los fluidos con movimientos circulares de las zonas más calientes a las frías, como por ejemplo el aire y el agua (cámara de aire de los cerramientos de fachada o fachadas ventiladas, y sistemas de ventilación controlada).
Radiación: el calor (energía) se transmite a través de ondas electromagnéticas. Las ondas inciden en los materiales, que pueden reflejarla (pinturas termoaislantes), transmitirla o absorberla.
AISLAMIENTO TÉRMICO
AISLAMIENTO TÉRMICO
La única manera de conseguirlo es hacer que nuestros edificios no malgasten energía. Y la manera más eficaz de conseguir reducir las pérdidas de energía de nuestros hogares es AISLAR, incorporando uno o varios materiales aislantes, que dificultan el flujo de calor, a una construcción. Es la forma más sencilla y económica de minimizar el flujo de energía, logrando así un ahorro económico, un mayor confort y una reducción de emisiones de CO².
Hacer fachadas más aislantes, hacer techos más aislantes, poner ventanas más aislantes, hacer tratamientos en puentes térmicos para volverlos más aislantes, hacer suelos más aislantes.
Aislar es incorporar un o varios materiales aislantes a un elemento constructivo (fachadas, techos, suelos). Estos materiales dificultan el flujo de calor (energía), son materiales con una Conductividad Térmica (λ) baja.
La Transmitancia Térmica (U) de un elemento constructivo (conjunto de materiales), es la capacidad de este, de transmitir calor (energía) y la Resistencia Térmica (R) es la capacidad de este, de dificultar el flujo de calor (energía). Ambos valores dependen de los espesores de los distintos materiales que conforman el elemento constructivo.
Estos valores determinan la capacidad de aislamiento de un edificio, y la normativa actual determina que valor máximo de Transmitancia Térmica (U) de las fachadas, techos, ventanas, suelos y puentes térmicos, en la nueva construcción y en la rehabilitación.
La mejora de nuestras fachadas gracias a la introducción de aislamiento térmico es la forma más sencilla y económica de minimizar las pérdidas en invierno y las ganancias en verano, lo que supone una menor demanda energética, logrando así un ahorro económico, un mayor confort y una considerable reducción de emisiones de CO2. Las normativas comunitarias están por la labor de exigir en los próximos años, mejoras en eficiencia enérgica para vender o alquilar viviendas.
Existen varios sistemas de aislamiento, el escoger entre unos u otros dependerá del tipo de fachada actual, si las obras nos afectan solo a nosotros o a una comunidad de propietarios, y nuestro presupuesto. Es importante estar bien asesorados para determinar cuál es el sistema o la suma de sistemas más eficaces para conseguir una buena envolvente térmica sin una inversión económica excesiva.
La norma EN ISO 10211 define puente térmico como aquella parte del cerramiento de un edificio donde la resistencia térmica (capacidad aislante) normalmente uniforme cambia significativamente debido a:
Penetraciones completas o parciales en el cerramiento de un edificio, de materiales con diferente conductividad térmica.
- Un cambio en el espesor de la fábrica.
- Una diferencia entre las áreas internas o externas, tales como juntas entre paredes, suelos o techos.
Estos cambios de nivel de aislamiento térmico tienen un efecto negativo en la eficiencia energética del edificio, aumentando el consumo energético, aproximadamente se pierde entre un 5 y un 15% del calor de una vivienda. Además, estas autopistas del calor generan condensaciones y humedades que derivan en hongos y moho en los periodos invernales.
Aislamiento de
fachadas
Por el interior:
Por el exterior:
Insuflados o inyectado ecológicos de la cámara de aire con celulosa, lana mineral blanca o lana de roca
Trasdosados aislantes
Inyección de poliuretano
Pinturas termoaislantes
Insuflado o inyectado de la cámara de la pared con celulosa, lana mineral blanca, lana de roca
Revestimientos tipo SATE
Proyectado de espuma de poliuretano
Pinturas termoaislantes
Aislamiento de
techos y cubiertas
Proyectado o inyectado de celulosa o lana mineral blanca en falsos techos, tejados conejeros o buhardillas.
Falso techo de placas de yeso con mantas de lana de roca.
Proyectado de espuma de poliuretano sobre cubierta.
Colocación de placas de EPS y XPS, bajo protección pesada en cubiertas.
HERMETICIDAD
Para mejorar energéticamente la envolvente térmica de los edificios, se deben estudiar y controlar los procesos de transporte de calor, vapor, aire y viento que se producen en el interior de los distintos componentes de la envolvente.
Se puede definir como la eliminación de huecos, grietas y fugas de aire indeseadas del exterior e interior del edificio, por donde se escape el calor (energía) generada, haciendo que los consumos del hogar sean más elevados.
Las corrientes de aire que se producen en las cámaras de aire de las fachadas por una deficiente hermeticidad, reducen 5 veces la eficiencia de los aislamientos térmicos instalados en la envolvente de los edificios.
Los principales punto de fugas de aire no controlados se producen en la unión entre las ventanas y carpinterías y los muros de fachada.
También las fisuras, huecos y paso de instalaciones del exterior al interior de la fachada, hace que el aire del exterior entre en la cámara de aire y se lleve la energía que producimos.
Hasta la última actualización del CTE del 2019, en la construcción no se hacia hincapié en la importancia de la hermeticidad de los huecos, ha sido ahora, que se prima la eficiencia energética, donde es importantísimo controlar o tener una buena hermeticidad de los huecos de la envolvente.
Los estándares de alta eficiencia energética, consideran el control de la hermeticidad indispensable para obtener sus objetivos.
La hermeticidad de la envolvente incide en el ahorro de energía y en el confort de la vivienda, además de mejorar el confort acústico y evitar las molestias debidas a las corrientes de aire.
Existen varias actuaciones a realizar para corregir la perdida de energía por falta de hermeticidad:
Instalar ventanas de última generación con sistemas de sellado para hermeticidad, no instalar las ventanas como se estaba haciendo, mal selladas.
Rellenar las cámaras de aire de las fachadas con aislamiento térmico para dificultar las corrientes de aire en su interior, y así evitar las pérdidas de energía.
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