Las membranas acrílicas son líquidos mono-componentes basados en copolímeros (como el estireno-acrílico) en dispersión acuosa, el cual una vez polimerizado conforma un revestimiento elástico, en forma de una capa totalmente adherida al soporte.

Suponen un método de impermeabilización muy barato, comparado con otros sistemas de impermeabilización, y que está recomendado para la mayoría de situaciones domésticas, donde se busca realizar de forma rápida una impermeabilización o reparación de una lamina de forma provisional.

Las membranas acrílicas tienen que ir armadas o reforzadas con fibras para garantizar resistencia y estabilidad dimensional. Al secarse, se transforman en una capa muy elástica, que puede soportar el tránsito peatonal ocasional y las inclemencias del clima.

El talón de Aquiles de las membranas acrílicas es su alto grado de degradación con presencia de agua estancada. Endurecen por coalescencia; es decir, cuando se evapora todo el agua, se cohesiona y entrelaza el polímero. Las cubiertas o tejados donde se aplique, deben desaguar correctamente y no poseer zonas con agua estancada, ya que son emulsionables en agua. No es recomendable en aquellas cubiertas o terrazas donde no disponemos de pendientes elevadas, o que por motivos de diseño constructivo hay zonas donde el agua va a permanecer estancada. Tampoco se deberían utilizar si vamos a tener un tránsito peatonal moderado o alto, pues su resistencia a la abrasión es relativamente baja.

Como la química lo permite todo, hay distintos tipos de calidades y mezclas hibridas entre poliuretanos y acrílicos, para favorecer una mayor durabilidad, mayor capacidad de deformación y mayor resistencia a los rayos UV, etc…